jueves, 24 de enero de 2013

LO FUGAZ Y LO ETERNO

A propósito de la cuesta de enero...y de lo que pensé en navidad y para año nuevo 

Hay canciones para todo.  La navidad y fin de año es tiempo de canciones, sobre todo tradicionales, aunque en algunos lugares como Colombia, se suelen recordar canciones folclóricas que son fuente histórica y de sabiduría popular.  Hay una canción llamada "ESPUMAS" y dice   "amores que se fueron, amores peregrinos, amores que se fueron dejando en tu alma negros torbellinos, igual que a las espumas que lleva el ancho río, se van tus ilusiones, siendo destrozadas por el remolino.... ya nunca volverán, las espumas viajeras, como las ilusiones que te depararon dichas pasajeras.."   


Tomé este tema pensando en lo que se va y en lo que viene, en el fin del mundo del que tanto se habló durante el año 2012, pero más los días previos al 21 de diciembre, lo cual, por supuesto, como todo, tiene sus matices.  Porque es verdad que existe el fin del mundo.  Sí. Han existido mundos que se han acabado,  las diferentes eras de la historia del hombre, el imperio romano, la edad media, las guerras mundiales, muchos.  Pero se dio paso a otros, y así sucesivamente, se han ido renovando los tiempos.

Pero el mundo más interesante, lo verdaderamente trascendente es el de cada ser humano en este planeta, ese nanomundo que es la existencia de cada uno de nosotros los seres pensantes, emocionales y corrientes.  Ese al final es el que podemos empezar o acabar, es el que podemos transformar o paralizar. La perspectiva maya pudo ser una sabia chispa del universo para que despertemos de la oscuridad de estos tiempos de hombres máquina.  Pienso que los cambios de ciclo son una especie de exfoliación para eliminar las células muertas que nos renueven la piel del alma para limpiar las escamas de los sinsentidos de la vida.

Ya es enero y seguro que la lista de objetivos se mantiene a pesar del anunciado fin de mundo.  Ya no se volvió a hablar del tema, todo pasa como las espumas pasajeras.  Me pregunto ¿Cómo llevamos el de cada uno?  ¿Mantenemos la ilusión de lo que nos propusimos?  ¿Estamos haciendo algo por cambiar lo que nos incomoda?  Seguramente hay varias posibilidades y respuestas que ya estamos incluyendo en nuestra cotidianidad.  Probablemente no todo lo negativo pueda transformarse de un momento a otro, pero la vida es eso, lo uno y lo otro, lo armónico y lo desigual, en fin, lo importante es reconocernos como seres con capacidad de transformación individual y colectiva.  


Hay otra canción que dice "todo aquel que piense que la vida es cruel, tiene que saber que no es así, que tan solo hay momentos malos y todo pasa, .." no hay que llorar que las penas se van cantando, que al mal tiempo buena cara.  Para aquellos que se quejan tanto, para aquellos que solo critican, que usan las armas, que nos contaminan, que hacen la guerra.. ay, no hay que llorar...

Por eso de los matices y de las realidades particulares, deseo que cada persona pueda cambiar su mundo, sea que tiene que darle fin a algo o comenzarlo, sea que tiene que aceptar la muerte de algo para hacer renacer la vida, el ciclo natural, la transición y el paso hacia otra realidad.  Deseo que se confirmen los objetivos para el 2013, así estemos en la cuesta de enero.

En todo caso, desde mi corazón, a pesar de que las felicitaciones están caducadas por estas fechas, deseo lo mejor para todos, que  lo doloroso sea fugaz y que si es bello pueda ser sentido como eterno, que lo difícil sea apenas un camino para encontrar la luz, el medio para salir más fuertes de espíritu. Creo en la humanidad, en la generosidad, en que podemos salvarnos, en que aún estamos a tiempo de vencer nuestra propia desazón.  Siento que es posible un presente más lúcido con una perspectiva más justa para todos los seres vivos.  Lejana ya la navidad, la algarabía y la abundancia, espero sea eterno el sentimiento más bello que pueda brotar de cada ser humano para que el hombre vuelva a transitar por la vida con la frente en alto, sin resquemores del pasado ni temor al futuro.  El mejor regalo es dejar fluir la paz en nuestro corazón y no dejarla ir, hacerla permanente. Permitir que las espumas pasajeras se lleven lo que no nos deja disfrutar del río y después cantar a la vida, porque sí, como decía Celia, la vida es bella si nosotros no perdemos la perspectiva de la belleza, de esa que sólo puede brotar del corazón humano.

Que perdure la alegría y el asombro del espíritu de la navidad y este año que ya es nuevo sea un pequeño ciclo digno de quedarse en cada corazón.  Que los remolinos de la rutina no se lleven nuestras ilusiones y las dichas no sean pasajeras, que el desaliento sea fugaz y eterno lo bello aunque sea enero y porque las metas de nuestro mundo se mantengan.


!Un abrazo fraterno desde el invierno¡