jueves, 21 de marzo de 2013

SARAMAGO EL ETERNO VIGENTE


LA ALTERNATIVA AL NEOLIBERALISMO 
SE LLAMA CONCIENCIA

El domingo leyendo un periódico, ayer viendo noticias del mundo, hoy, escuchando la radio, de pronto, me levanto un tanto rabiosa y casi hablando conmigo misma porque apenas hay interlocutores que aguanten mi malestar, me pregunto, ¿cómo es posible que sigan pasando tantas cosas injustas, hasta dónde tenemos que llegar para reaccionar, será que la expresión ´tocar fondo´ no tiene límite? 

Tengo motivos cada día para estar molesta por cómo va el mundo, por cómo nos manipulan, por ver que la globalización parece estar en defensa sólo del capitalismo, de los mercados, de las ganancias, de una minoría de la humanidad.  Me entristece un poco que el acceso inconmensurable que como nunca ha tenido la gente a la información, sirva en su mayoría para manipular, desviar la atención de lo fundamental, estar solo al servicio de intereses económicos, que la tierra se nos esté muriendo de calor, tanta humanidad de hambre y muchos de indiferencia. 

Y por fortuna, apelo a los sabios, a mis admirados, a los grandes de la memoria colectiva que se han ido pero están vivos, en qué me pueden ayudar para no quedarme en el cuestionamiento y la mera reflexión (importante pero incompleto) y pasar a la acción, me recuerda que a esta inconciencia  Saramago la llama "ceguera" y por eso pego el siguiente video.  Reabro y multiplico su charla de 1999 y me repito frases que no quiero olvidar y puedo practicar.  Reflexiones inmortales como su autor.

Se me queda otra vez, El PODER  de la conciencia individual, la "pequeña gran superpotencia", "me da la gana" cambiar las cosas que no me gustan, que cuestiono y critico, qué lugar quiero dejar en la historia a través de mi propia historia "con presencias reales y efectivas".  Es un trabajo duro de más o menos un 20% de la población que seríamos "desechables" porque pensamos y no queremos quedarnos en la pasividad, pero no pueden si nosotros somos conscientes.

Definitivamente, no hay otra solución más eficaz que convertirnos cada uno en el objeto de lo que criticamos. Ya lo dijo Saramago y nunca lo olvidaré, salir de la ceguera propia a través de la conciencia.  Ahí les queda su testimonio para todos los tiempos. Inmortal, eternamente vigente.

Ahora me siento mejor.  Mi rabia es energía y aunque no pase factura por ella, por fortuna todavía es gratis, sirve de mucho, me da fuerza para moverme desde mi pequeño espacio vital. 

¡Pa´delante, como se dice en mi tierra!


viernes, 8 de marzo de 2013


OTRO DÍA PARA CANTAR A LO FEMENINO UNIVERSAL



LA MUJER (SE VA LA VIDA, COMPAÑERA) 

Abrió los ojos. Se echó un vestido.
Se fue despacio pa’ la cocina.
Estaba oscuro. Sin hacer ruido,
prendió la estufa, y a la rutina.
Sintió el silencio como un apuro.
Todo empezaba en el desayuno.

Dobló su espalda, gozó un suspiro,
sintió ridícula la esperanza;
al más pequeño le ardió la panza,
rompió el silencio, soltó un llorido.

Sirvió a su esposo, vistió a los niños
cambió pañales, sirvió los panes.
Llevó a sus hijos para la escuela;
pensó en la dieta que se comían.
Midió el dinero, compró verduras,
palpó lo gris de su economía.
Formó en la cola de las tortillas,
cargó a Francisco, miró la calle.
Por todas partes había mujeres,
todas compraban y se movían;
cumplían aisladas con sus deberes,
que recordaban a las hormigas.
Sintió de pronto que eran amigas,
sintió que todas eran amigas.

Volvió a su casa, casa rentada,
vio más amigas desde la entrada.
Le dio a Francisco con qué jugar,
barrió los pisos, tendió las camas.
Se vio al espejo, miró las canas,
juntó las cosas de cocinar;
cortó las papas, las puso al fuego
y a la manteca la hizo chillar.
Ahora lo crudo se ha transformado,
estaba listo para comer.
La casa entera tiene otro ver,
de nuevo listo pa' ser usado.

Puso la mesa, sirvió a los niños,
cambió pañales, cortó los panes,
limpió de nuevo mesa y cocina,
le dio a Mercedes la medicina.
Pidió su turno en los lavaderos:
talló vestidos y pantalones.
Miró la ropa tendida al sol,
como si ayer no se hubiera hecho.
La misma friega todos los días,
se caminaba de nuevo el trecho.
Sintió la vida como prisión,
se le escapaba todo lo hecho.

Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.

Cruzó palabras con sus vecinas;
hubo sonrisas en formación.
Toda la raza en su cantón,
se las arregla con el trajín.
Siempre mujeres, cumpliendo oficios
que se entretejen sin tener fin.
Ser costureras, ser cocineras,
recamareras y planchadoras;
ser enfermeras y lavanderas,
también meseras y educadoras.
Muy diligentes afanadoras,
a sus familias las dejan listas,
rumbo a la escuela o hacia el trabajo
para que puedan checar las listas.
Se daba cuenta de sus afanes
y de los fines sabía un carajo.
Para ellos siempre la vida es seria,
pero se ahogaban en la miseria.

Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.

Se fue derecho para su nido,
siempre pensando planchó la ropa.
Todo lo roto dejó zurcido:
tenía un momento pa’ descansar.
Se abrió la puerta y entró el marido,
también molido de trabajar.
Puso la mesa, sirvió la sopa,
para quejarse no abrió la boca.
Se rieron juntos y platicaron.
Se habló de niños y de dinero,
de la vecinas, de algún dolor,
de los camiones y del patrón.
Lavó los trastos, tiró basura,
durmió a los niños, cambió pañales.
Como aire que entra por la ranura,
los dos jugaron con su ternura.
Le dio la vuelta a la cerradura,
durmió de pronto todos sus males.

Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.

Abrió los ojos. Se echó un vestido.
Se fue despacio pa’ la cocina.
Estaba oscuro. Sin hacer ruido,
prendió la estufa, y a la rutina.

Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.