jueves, 4 de mayo de 2017

VOLVER...


El 2016 parecía largo, a veces difícil, sorpresivo, asombroso también, pero se fue. Hay teorías sobre los años, los meses, los días, los números, en fin; válidas o no, hay fechas trascendentes y otras insulsas, de todas, de todo, algo se aprende. Mi espíritu resiliente se queda con lo mejor, con ese aprendizaje que hay tras de toda experiencia. Los años no son buenos ni malos, puede que tengan sus rasgos astrológicos pero lo importante es lo que nos dejan. Mi gratitud por la vida solo me permite seguir hacia adelante de una ruta elegida a consciencia y que da sentido a mis días. Y en ella está el Tropic, proyecto en el cual sale un poco de mí cada año. Se va y vuelve como yo, se transforma, se adapta, se solaza y continúa aprendiendo. Hace siete veranos emprendí el riesgo de recrear un espacio donde con ires y venires, he sido yo, pero no sola. Y me decía si era necesario tener esta página que a veces se desconecta, como yo. Volver es confirmar que hay gente a quien te alegra ver aunque solo sea en fotos; volver es sentir que el aprendizaje es infinito. Volver es acordarse de la gente que ha pasado por la Vall de Boi, por Barruera mi segunda patria y se ha quedado para siempre con alguna anécdota o una bella emoción. Volver es parte de la vida. El gusto de este volver es una comunidad afectiva que me anima para continuar en el camino de mi consciencia. Un abrazo cálido

Medellín, a donde siempre vuelvo


Abrazo de mi naturaleza