domingo, 20 de diciembre de 2015

¡OH NAVIDADES!

.... Y CADUCIDADES

Hay un momento para todo en la vida.  Nuestro organismo, nuestra existencia, están determinados para nacer, reproducir y morir, para prestar algunas funciones, unas, óptimas cuando nacemos y se desarrollan con los años, otras, al contrario, se van perdiendo o se van afianzando.  Al final, esa es la vida, acabar algunos asuntos, otros siempre quedarán inacabados o quizá nunca ensayados, y muchos caducarán. Nuestra propia biografía está en permanente cambio, nuestro carácter por mucho que la psicología y otras disciplinas lo hayan categorizado, al ser únicos como humanos, irrepetibles e incopiables, aunque existan los tópicos y los típicos, constantemente están influenciados.  A pesar de la singularidad, todos pasamos por etapas similares, si bien las condiciones y el contexto varían, en general todos supimos cuando llegó la adolescencia, la juventud y esperamos tener vejez.  

Y en ese constante devenir, me pregunto si en esta sociedad de consumo, en esta orgía capitalista que todo lo toca para convertirlo en objeto de deseo, y de hecho parece que lo está logrando, interesa hacernos creer que todo se puede revertir o paralizar, aplazar, enmascarar, que nada está por fuera de la rapiña materialista.  Me da risa a carcajadas, cuando veo la publicidad que promete dejar la piel sin arrugas en diez días, la celulitis arrasada antes de ponerte el bañador de la temporada, la calvicie antes del trasplante, los kilos de más con la última dieta que nunca es la última, desafiar la gravedad de la experiencia femenina con los "push up"; en fin, ser exitoso y feliz por comprar y comprar; no terminaría de exponer el novedoso dechado de virtudes que dispara los vacíos de la gente, que tenemos derecho a sentirlos, por supuesto, no tiene porque ser antinatural querer lucir bien o sentirnos frágiles. (Esperemos que no inventen una enfermedad mental o síndrome específico al respecto en el Manual "americano" que se cura comprando cosas.)  


Se dicta que tenemos que ser siempre jóvenes, posar de rozagantes, delgadas y musculosos, que nuestro pelo debe brillar y nuestra ropa ser de última moda, que la belleza está por fuera y apenas son dos tallas; que sí, cómo no va a ser mejor estar bien que no estarlo.  Pero ¿no estamos yendo demasiado lejos? Estamos permitiendo como consumidores, y a veces no somos conscientes de ello, al igual que con los políticos, la mercantilización de nuestras emociones y derechos, la privación de vivir tranquilamente cada parte de la vida con "normalidad". Hay niños que ya se sienten adultos, niñas que actúan como mayores, o son "sexualizadas", o mayores que no quieren envejecer. Punto aparte merecería la explotación de la condición femenina en la publicidad y el mercadeo con su exacerbada oferta.  No se viven algunos momentos porque la tecnología o el mercado los aplazan, o se fuerzan otros por lo mismo o porque no queda bien estar desactualizado.  En ocasiones nos dejamos "comprar" por poco o nada. Y hasta nos dejamos poner la fecha de caducidad como seres humanos, de consumo preferente, de producto perecedero o de tirar.  Somos lo que hacemos, lo que dejamos que hagan con nosotros.

Naturalmente existe el desgaste, el agotamiento de algunas prestaciones y funciones; hay muchos asuntos susceptibles de cambio, de transformación, en las cosas y en las personas, y no por inutilidad. Incluso, casi todo se puede reciclar. La vida, las relaciones, la manera de pensar. Todo caduca o se transforma, desde la exhuberancia de la flor, los días nublados, las noches largas, hasta la ropa de lunares, los pantalones pitillo, los escotes en V, el dolor, los bañadores de dos piezas, los eclipses, el aroma de un jardín, los televisores sin dimensión, los teléfonos inteligentes, la comida basura....  La cuestión está en que aunque subjetivamente pensemos que todavía hay tiempo, o no lo hay, algunas experiencias dejan de tener sustancia, se pierde la magia o esta se nos va de las manos o del corazón -ahora no sé si la magia está en el corazón o en el cerebro-. Ah, y ni nos dejan intuir porque todo está previamente planeado. Y por eso están los plazos, las fechas de consumo, lo "in" y lo "out", las caducidades.

Hay que diferenciar las caducidades y no dejarnos confundir. En el caso de lo artificial, por ejemplo la tecnología, interesa que esta sea imposible de ser nueva.  Los objetos tienen que caducar lo más rápido posible para así caducar nosotros con ellos y de ahí participar eficazmente del círculo vicioso que todo lo provee y soluciona. Otro asunto muy diferente son las caducidades necesarias y naturales por el hecho de existir, las  que nos alertan, nos preparan, nos anuncian cambios, para las cuales debemos tener conciencia plena y vivirlas lo mejor posible. La ciencia y la tecnología nos ayudan a entenderlas y llevarlas mejor; no hay duda de que vivimos más porque ha mejorado precisamente el conocimiento y los instrumentos para afrontarlas, por ejemplo, comprendemos más las enfermedades y sus tratamientos, tenemos algunas comodidades que nos ayudan a tener una cotidianidad más sencilla, más servicios y bienestar, tenemos más derechos pero cada vez necesitamos más cosas.

Las caducidades creadas y manipuladas por el mercado marcan artificialmente el comienzo o el fin de algo, están por ahí atormentándonos y las aprobamos. Parece que los aparatos son dizque los inteligentes y las personas nos estamos dejando convertir en máquinas, en seres ignorantes y manipulables. Estas fechas, llamadas navidad, han pasado también, tiempo ah, a manos del mercado. Expuestos constantemente, ávidos de novedad, llenos de listas de cosas y "regalos" innecesarios, nos dejamos seducir sin cuestionar, nos dejamos llevar del "espíritu ese", mercantil, antinatural.  Me replanteo esta dinámica.

Quiero mi navidad de la infancia, mi magia del campo sin artificios, mi nieve de algodón y mi libertad para no necesitar tantas cosas. No me quiero dejar comprar ni caducar. La vida a fin de cuentas es el objeto más preciado y habríamos de vivirla con ligereza. 

Y a quienes envío este pensar, os deseo en esta fechas consumo cuidado, el regalo de estimarnos y querernos y que nos quieran, una lista de deseos hechos por vosotros mismos o por manos amorosas y libres; os deseo menos para que haya más espacio para vivir mejor. Que quieran poco y lo poco que quieran los haga muy felices. No tiene precio. No tiene caducidad. Y de remate, os envío un abrazo y esta canasta de escaramujos. ¡FELIZ NAVIDAD, FELIZ 2016!


viernes, 18 de diciembre de 2015

SILENCIO VIRTUAL



DIARIO DEL VERANO Y DEL OTOÑO 2015
Escrito el 18 de diciembre de 2015


Un blog es un diario personal en la red; sin embargo, escribo cuando me sale; lo hago cuando quiero guardar mis pensamientos en lo que llaman la nube que, por insegura que sea, tiene más poder que cualquier armario de documentos o carpeta de papel. La verdad, es que me parece cómodo, sobre todo por esto, por poder dejar mis pensares y releerlos en cualquier momento. Espero disfrutarlos en la vejez y verme allí cómo pensaba años antes, espero, muuuchoooooss. La vida es tan intensa que para escribir un diario, de papel o este, no alcanzaría el tiempo. Me guardo ahora lo escrito desde aquella plegaria suicida y lo pongo aquí, para romper el silencio virtual. Es claro que escribo para mí, ni sé quién me lee ni me hago propaganda.    

13 de julio
Cuando era niña, oía decir que el agua sería más preciada que el petróleo y me parecía raro. Ahora es un hecho. Al final cotizarán nuestra respiración.
LOS MAGNATES SE APODERAN DEL AGUA
Informe de la revista digital Conexión México cuenta cuál es el precio que está pagando una sociedad indiferente. Multimillonarios y los grandes bancos de Wall Street, están comprando agua por todo el mundo a un ritmo sin precedentes. Tendencia que preocupa.
A medida que aumentan las noticias por poblaciones que se están muriendo de sed, también crece la preocupación por otro fenómeno: grandes conglomerados bancarios como Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Citigroup, UBS, Deutsche Bank, Credit Suisse, Macquarie Bank, Barclays Bank, Blackstone Group, Allianz y HSBC, entre otros, consolidan su control sobre el agua del planeta.
El objetivo es obtener el derecho de aprovechar las aguas subterráneas, los acuíferos y los ríos, la tierra que contiene grandes extensiones de agua (lagos, lagunas y manantiales naturales en la superficie o en las aguas subterráneas), proyectos de desalinización, de purificación y tecnologías de tratamiento, empresas de servicios públicos de saneamiento del agua, mantenimiento y construcción de la infraestructura de suministro, servicios de ingeniería del agua y el sector de agua al por menor, como los que participan en la producción y las ventas de agua embotellada. (Informe completo en revista digital México)

30 de julio 
A LA COMUNIDAD AFECTIVA DEL TROPIC 
V ANIVERSARIO de nuestra existencia en el Valle de Boí. Estamos felices de compartirlo con quienes han aceptado una sencilla propuesta de alimentación diferente, desde lo femenino natural, desde el corazón de los Pirineos. Este proyecto de mujer, por sobre todo, ha dejado riqueza interior y la reafirmación de que todos tenemos una historia para contar que de alguna manera lanzamos al mundo exterior y solo así se construye. Pudo haber sido de otra manera, quedarme en el silencio eterno que conlleva el largo invierno de estas montañas para seres tropicales, pero corrí el riesgo, preferí equivocarme para aprender. Sí, todo riesgo implica cambios o quizá lo contrario, pero ha valido la pena. Desde no vender bebidas colas, las cuales no consideramos alimento, sustituyéndolas por alternativas como la aguapanela con limón con la que me criaron en un lejano pueblo de los Andes colombianos; proponer una gama de productos ecológicos producidos lo mas cerca posible, hacer nuestra masa de maíz, molerla a la manera tradicional del campo en Colombia y presentar la imperfección del alimento artesano; promover el uso de la stevia para reemplazar los edulcorantes tóxicos; hacer las cosas de la manera más natural posible, hasta esos modestos platos que la mayoría de la gente llama "cosas raras" cuyo ingrediente esencial ha sido un corazón imaginando un mundo mejor. Mis días no han pasado en vano. Hoy soy menos incompleta, con una segunda residencia en este lugar del mundo que me habita como mujer sin miedo, feliz de la vida. Envío mi abrazo de afecto y mi agradecimiento a los amigos del Tropic, a quienes espero ver en este día especial.

25 de septiembre

1o. de octubre
Otro verano que se fue, otro ciclo vivido. Me vuelvo a recoger, agradeciendo a visitantes amigos y nuevos, la oportunidad de mostrar algo diferente en medio de la belleza del románico del Valle de Boí. Soy todas las mujeres incompletas pero felices con cada paso andado y cada proyecto esperado. Espero volver a vernos el próximo año en el Tropic, suma de raíces, culturas y afectos. ¡Gracias a mi vida!

10 de noviembre
LECTURAS PARA COSER
Club de Lectura para Mujeres
El Tropic fue imaginado cumpliendo siempre un objetivo, ser un lugar para expresar, no solo a través del alimento. La vida de los espacios no siempre coincide con la de las estaciones, ni con la de las personas que les dan cabida. Después deL verano se queda hibernando antes de tiempo y este año sentí que el vacío no era coherente con lo pensado. Me parece que los indígenas dicen que si los espacios se quedan vacíos, los malos espíritus se apoderan de ellos. Así que para estar vivo, a partir de este jueves 12 de noviembre, invitamos a las personas que quieran hacer un costurero de lecturas, aprovechando que tenemos máquinas de coser y otra utilería femenina, proporcionada por la botiga "La vida es bella". De pronto podemos confeccionar un dechado de virtudes.
Días jueves
Hora: 6.00 p.m.



14 de noviembre
“A SANGRE FRÍA”
Sí, horrible lo que ha pasado; triste, muy triste por las víctimas, por sus familias, por París, por la humanidad. No se puede justificar la masacre, de ninguna manera. Pero, me pregunto, confirmando que la palabra TERRORISMO es unánime en los medios de comunicación y en el lenguaje de políticos y analistas, ¿por qué nunca aparece la lista de quienes fabrican las armas, los señores de la guerra que ahora mismo están en sus mansiones, yates o qué se yo, quienes alimentan los conflictos en el mundo, dueños de la vida de los más vulnerables? Quiero ver el listado de las empresas, bancos y multinacionales que se lucran del miedo y el odio, las cifras de las ganancias por cuenta del negocio armamentista. Cuando suceden hechos similares, se genera una especie de orgía informativa que, como en la vida cotidiana, nos aleja de las verdaderas causas de los atentados. Y, tomando la expresión de Hollande hoy, ¿podríamos, podrían los poderosos reflexionar a “sangre fría” sobre su responsabilidad histórica en lo sucedido?

15 de noviembre

La bandera de Francia en el perfil de la gente en facebook
Aunque válido, claro, cada cual lo toma o lo deja, es la expresión de la automatización de los hechos o, quizá sería lo mismo, del utilitarismo de los sentimientos; como dice alguien, es como la cinta rosa y otras, especie de solidaridad de maquillaje temporal que nos impide ver la raíz de todo y no cambia nada. Después vendrá otra bandera, otro símbolo y un hecho reemplaza al siguiente, pasamos de una bandera (roja y ala) a otra. No quiero banderas ni fronteras.

18 de noviembre
Y la vida sigue....
Mientras París trata de volver a la "normalidad", el dolor se va haciendo rutina y los gobernantes responden con el ojo por ojo; aunque haya tantas preguntas sin respuesta y España haya vendido más de 720 millones en armas a Arabia Saudí, Catar y Kuwait en los últimos tres años y la bolsa rebose hoy por el alza de la cotización de la industria armamentista, no queda otra más que seguir viviendo lo de uno, a pesar de la impotencia. Y resulta que, haciendo mermelada, me salió este emoticono de manzana que le ofrezco gratis al facebook, en honor a mi gente que me enseña tanto en este mundo ni tan virtual.






lunes, 1 de junio de 2015

PLEGARIA DE UN SUICIDA


“La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas de este mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.” Enrique Heine

Un año sin vos Paco
¡Qué tal! ¿Me han echado de menos? Antes de irme, pensé mucho en ustedes, en los que me quieren principalmente, y en los que me juzgaron, en quienes me siguen teniendo vivo. Les dije que no me dejaran solo pero tampoco acompañado. Nadie me pudo ayudar. No hubo falansterio, arcadia, Shangri -La o paraíso que me convenciera de un final feliz. No nos digan que la vida vale la pena vivirla. Sus miradas parecieran decirnos que no hay salida, quizá tengan razón, la que me falta supuestamente a mí. Todo es un espejismo. Nada es cierto, nada es seguro, todo es negro, ustedes no nos entienden y creen que nosotros no entendemos nada. De poco sirven vuestras palabras ni consejos, ni los libros leídos, ni los significados conocidos, para encontrar sentido a respirar. Digan lo que quieran, finalmente eso es lo que dicen de ustedes los demás. Se equivocan, sabemos de la vida, del desgarro y la angustia, conocemos la tragedia y la muerte es la única salida. Ustedes dirán, pero cómo, ¿no ven que la vida es hermosa? Y, digo yo. ¿Dónde está esa hermosura?, he recorrido sus caminos y no encuentro respuestas, solo vacío y soledad. No ven que ustedes mismos no tienen hermosas vidas; ¿quiénes son ustedes para decirme cómo vivir mi vida, o mi muerte? ¿Acaso ustedes son felices? ¿Y qué es la felicidad? Mi vida es solo mía, por mucho que quieran interferir en ella, por mucho que ustedes, humanidad desventurada, me vigilen cual panóptico intermitente. He pagado todas las condenas. Dense la vuelta hacia ustedes mismos y vean sus propios miedos, no juzguen los míos. Todos somos perfectos, perfectos para morir. Cómo les va. ¿Ha cambiado algo durante este año? ¿Hay menos guerras y sacrificios inútiles, menos mujeres mutiladas y cementerios en el mar o más niños sin hambre? Claro que pienso en lo que pudo haber sido y no fue. Ahora tengo todo el tiempo para debatir con los sabios que me acompañan en este mundo, aparentemente lejano, del que todos pendemos. Pero tranquilos, todo está solucionado; he llegado a la gran conclusión, la búsqueda ha terminado. Tengo todas las respuestas y la certeza acerca de la existencia. No crean que no los tuve en cuenta. Desde los más cuerdos, los que todo lo saben, los psiquiatras, Roche, Novartis, Pfizer, Merck, Bayer, el DMA, hasta los menos serios. Sigan inventando enfermedades y venenos para enceguecer a la población, para facturar por el dolor de las personas. Me río de todos. Ah, no olvido a quienes intentaron comprenderme ni los felices instantes que fugazmente me conectaron con la armonía, no soy tan tonto para olvidar la belleza del universo. Pero no fue suficiente. Mi respiración llegó a su límite y mi alma acorralada solo pudo huir, saltar, deshacerse en el viento, lanzarse al vacío para terminar de una vez por todas con todo y con todos. Sigan siendo felices y llénense de cosas que yo ya no necesito nada y por eso soy libre. Me he inventado mi propio Nirvana y soy feliz. Soy uno de esos “renglones torcidos de Dios” que no necesita vuestra legitimación para decidir qué hacer con mi cuerpo, para volar hacia el infinito.

lunes, 25 de mayo de 2015

PENSANDO EN DEMOCRACIA
Elecciones 24 de mayo de 2015

Creo en el poder público como herramienta permanente de reflexión y acción, no solo de quienes son sus ejecutores, sino de todos los ciudadanos que componen un territorio. La esencia de lo público es la transparencia y su imperativo la defensa del bien común. Algún resquicio de beneficio privado, de autoritarismo, o de prevalencia de intereses que no garanticen plenamente dicha esencia pone en entredicho la democracia. Me enorgullece poder expresarme como habitante de un pueblo, de un país, más ahora que el Estado Español me ha otorgado esa ciudadanía plena, en lo nacional y en lo local. Somos privilegiados de poder votar sin limitaciones, de tener libertad de expresión, sin que nadie nos persiga, discrimine o presione, como ocurre en tantos lugares. Rico es el debate de las ideas, más allá del juzgamiento a las personas. Me gusta el poder que cuenta con la gente, sin distingos de partidos, origen o destino, el que es ejercido con humildad, sensatez y que pone, antes que los recursos materiales, al ser humano en el centro y motor de la gestión pública. Me alegra pensar que los gobernantes y políticos saben que deben ser autocríticos, sensibles y ponerse a tono con los tiempos que corren, en los cuales es necesario pensar lo público como instrumento para construir un mundo más justo, sea para 10 o para 100.000 habitantes. Son virtudes de la democracia la frescura y la renovación de las ideas. 

viernes, 27 de marzo de 2015

REFLEXIONES DE IDA Y VUELTA

Cada año voy a Colombia y siempre me surgen reflexiones acerca de la vida, de cómo la vivimos y cómo esperamos que sea. Los primeros días, me reacostumbro al ruido que reemplaza el silencio en el que habito desde hace ocho años en este Pirineo al que ahora pertenezco legalmente pues me han otorgado la nacionalidad española.  Eso no cambia lo que soy, de dónde vengo y a dónde iré; tampoco mi acento ni mis raíces; solo me da una "seguridad" en aspectos como la movilidad por tierras europeas y otras más lejanas, algunos beneficios institucionales y como ciudadana me permite ejercer el derecho al voto nacional y local.  No es nada del otro mundo, o sí, es de este mundo europeo en el que descubro tanto como en el conquistado y desde ambos no dejo de comparar para bien - o será para mal- realidades que como mujer inquieta me suscita el ir y venir. Sigo siendo la misma con un poco más de consciencia y menos ignorante.  

Son reflexiones que por mi parte me animan a una autocrítica proactiva para ser mejor persona. Se permite la reproducción y copia.

La primera es sobre el estilo de vida de allí y de aquí, donde casi todo se compra y se vende.  Desde hace algún tiempo estoy practicando - lo intento a consciencia - el consumo responsable a través de acciones cotidianas sencillas.  Una de ellas es no comprar productos Made in China, Bangladesh, etc., no tanto por el criterio geográfico, que también, sino porque en dichos lugares y con la deslocalización de las empresas en todo el mundo, se fabrica  a costa de la dignidad de miles de seres humanos que trabajan sin las menores condiciones de salubridad, seguridad y dignidad y cuando nos vestimos con ellas - generalmente porque "son muy baratas" y no podemos dejarlas en los estantes - todos somos parte de la cadena de legitimación de, entre otras tantas, las nuevas esclavitudes postmodernas, basadas en el consumo que finalmente - nunca más bien dicho- consume a la humanidad.

Puesta en ello, siento, de sentir de sentimiento y de sentir de ¡qué pena!, que no solo consumimos cosas, materia inanimada, "pendejadas" como se dice en Colombia, sino sensibilidades y actitudes. Extrapolando harto, desde farándula, religiones, esoterismo, hasta pseudociencia, política, filosofía, dizque literatura, dizque erótica, dizque música y no termino porque seguro me agota lo tecnológico que si no fuera por el no me estarían aguantando, pero si no fuera por él, tanta gente estaría mirándose a los ojos, descubriendo la belleza de la naturaleza, inventando nuevas formas de mirarnos interiormente, compartiendo la corta existencia con más armonía, leyendo un libro de verdad sin comprarlo o simplemente respirando mejor.

Y como por ponerme a criticar o, mejor, a autocriticar, debo darme también una alternativa, y si les sirve pues mejor, creo que la salida es descomponer el problema y plantear una alternativa o lo que llaman deconstruir, veo que lo único que puedo hacer es a partir de mí misma, no de quejarme porque otros lo harán o no, o si saben que se autoconsumen y como en una Misión Imposible, después nadie responderá, lanzo una primera.

Cada año se tiran mil millones de toneladas de residuos sin reciclar , mientras que el 90% de estos podría reutilizarse para crear nuevos productos.  Estos días escuché la palabra RECICREAR y me encantó. Dos veces al año reviso los armarios y la casa, y siempre me queda algo que nunca lo tiro a la basura sin pensar.  Esta vez he sacado ropa interior y me pregunté qué hacer con ella y encontré una solución, es de una tienda de España pero seguro que la hay en otras ciudades o la podemos promover en donde estemos, en la casa, en la empresa, en la escuela, en fin.  Internet sirve porque hay montones de propuestas, les copio las dos primeras que vi.





Generalmente esperamos que "los demás" sean quienes cambien.  Loro viejo no aprende a hablar, mentiras, puede hasta enseñar.  El cambio comienza con el autocambio.

Un abrazo

lunes, 12 de enero de 2015

ANTIDESEOS

Ya estamos otra vez empezando un nuevo año, aunque en la práctica no suele comenzar el 1o. de enero.  Pasan unos días para reacomodarnos, recoger las sobras y completar los desórdenes comunes de esta época, de retomar los lunes y los horarios normales.  Por supuesto todo depende de la situación de cada persona.  Sin embargo, somos seres rituales y tendemos a repetirnos, sobre todo por el hecho de que necesitamos la certeza, la previsión o la "seguridad" en algunos comportamientos que nos definen como parte de una sociedad y así el cambio de año parece copia de los anteriores, empezando y terminando por el consumo o, mejor, el consumismo.

En esa retahíla de deseos, objetivos y metas para el nuevo ciclo, en los cuales no siempre influye la realidad subjetiva, me atrevo a decir que hay un listado infalible que no cambia con el curso de los tiempos: hacer dieta, adelgazar, ir al gimnasio, dejar de fumar, aprender idiomas, viajar, pagar deudas, ser organizado, cumplir los compromisos, en fin.  Más allá de ignorar esa ritualidad, por demás válida, me pregunto ¿es necesario desear tanto? ¿son mis deseos los mismos de la masa? Lo digo también porque tanto diciembre como enero a veces se vuelven cansinos en instrucciones para desear y deshacer los deseos.  Es un contrasentido, te dicen que hay que comprar y comprar, comer y comer, regalar y recibir, y después te resaltan las consecuencias de lo anterior.  Por eso he repensado algunos de esos propósitos.

Hay una presión por parte de los medios de comunicación, digo mejor, de los intereses de algunas empresas, para que seamos la imagen que han creado anticipada y deliberadamente sobre nosotros y nosotras. El peso, la talla, la imagen de las personas es el yacimiento por excelencia de excesos  y defectos, tal como las cosas materiales. Estamos muy ocupados para cocinar, siempre estamos gordos, la ropa debe ser de una talla menor, no podemos envejecer ni tener celulitis, las arrugas son antiestéticas, estamos enfermos, algunos sentimientos son síndromes, somos adictos, por eso necesitamos y necesitamos.  Y claro, todo esto nos obliga a estar dizque conectados, atados a un aparato que ya es prácticamente parte del cuerpo humano. Quizá el énfasis debería estar en cuestionar las incitaciones cotidianas de esta globalización mal entendida.  En levantarnos contra quienes nos fabrican, la industria alimenticia, la desmedida dependencia de la tecnología y los medicamentos, la moda y la estética contemporánea unánime que nos robotiza, lo cual nos lleva a tener una carga en el amplio sentido de la palabra. Subrepticiamente, y no siempre, se nos incita a no quedarnos atrás, 'todos queremos primero lo último' dice un comercial. Pues no, no todos, estoy segura.  Porque también existen los antideseos, digo yo, actitudes que mucha gente defiende con coherencia.

Mi mayor antideseo que cobija a todos los demás, es la rebelación de la consciencia, esa luz que nos descubre como seres capaces de cambiar lo que nos molesta, nos utiliza y nos hace inhumanos, para que seamos auténticos, que dejemos de ser instrumentos de la publicidad.  Mis antideseos son no ser una cosa ni un número, nutrirme mejor que comer desmedidamente, alimentar lo que no tiene precio en este mundo capitalista, la creatividad, la ilusión de vivir, la capacidad de dar y recibir, el no juzgar a los demás; quitarme el peso de hábitos que me afectan, adelgazar el consumo de cosas inútiles, hacer gimnasia espiritual para adquirir mayor fortaleza ante el ejercicio de vivir y ser flexible con lo que no puedo cambiar; aprender y practicar los idiomas de la solidaridad, la humildad y la coherencia, ahondar en el lenguaje de la compasión; descubrir la belleza cercana y viajar al interior de mí misma; comprometerme en ser mejor persona, al menos con quienes están a mi más próximo alrededor, pagar las deudas afectivas y no comprar la esclavitud de miles de seres que producen para saciar nuestros deseos. Hago extensivos estos antideseos a quien quiera.  No los puedo enviar por whats app porque no tengo, ni tampoco por el móvil porque no tiene internet, si acaso por esta red que algo tiene de útil, al menos puedo poner esta pensada que me surgió viendo cómo enero acaba de arrancar y  es urgente perder los cuatro kilos de media ganados con los excesos de las fiestas, pues las rebajas se han de adaptar a la operación bikini porque pronto llegará el verano con otras "necesidades". Definitivamente, si algún deseo quiero tener, es no desear ni necesitar tanto de lo que algunos deciden.  Eso sí, pienso caminar sin prisa y estar conectada con las maravillas de la existencia.