domingo, 20 de diciembre de 2015

¡OH NAVIDADES!

.... Y CADUCIDADES

Hay un momento para todo en la vida.  Nuestro organismo, nuestra existencia, están determinados para nacer, reproducir y morir, para prestar algunas funciones, unas, óptimas cuando nacemos y se desarrollan con los años, otras, al contrario, se van perdiendo o se van afianzando.  Al final, esa es la vida, acabar algunos asuntos, otros siempre quedarán inacabados o quizá nunca ensayados, y muchos caducarán. Nuestra propia biografía está en permanente cambio, nuestro carácter por mucho que la psicología y otras disciplinas lo hayan categorizado, al ser únicos como humanos, irrepetibles e incopiables, aunque existan los tópicos y los típicos, constantemente están influenciados.  A pesar de la singularidad, todos pasamos por etapas similares, si bien las condiciones y el contexto varían, en general todos supimos cuando llegó la adolescencia, la juventud y esperamos tener vejez.  

Y en ese constante devenir, me pregunto si en esta sociedad de consumo, en esta orgía capitalista que todo lo toca para convertirlo en objeto de deseo, y de hecho parece que lo está logrando, interesa hacernos creer que todo se puede revertir o paralizar, aplazar, enmascarar, que nada está por fuera de la rapiña materialista.  Me da risa a carcajadas, cuando veo la publicidad que promete dejar la piel sin arrugas en diez días, la celulitis arrasada antes de ponerte el bañador de la temporada, la calvicie antes del trasplante, los kilos de más con la última dieta que nunca es la última, desafiar la gravedad de la experiencia femenina con los "push up"; en fin, ser exitoso y feliz por comprar y comprar; no terminaría de exponer el novedoso dechado de virtudes que dispara los vacíos de la gente, que tenemos derecho a sentirlos, por supuesto, no tiene porque ser antinatural querer lucir bien o sentirnos frágiles. (Esperemos que no inventen una enfermedad mental o síndrome específico al respecto en el Manual "americano" que se cura comprando cosas.)  


Se dicta que tenemos que ser siempre jóvenes, posar de rozagantes, delgadas y musculosos, que nuestro pelo debe brillar y nuestra ropa ser de última moda, que la belleza está por fuera y apenas son dos tallas; que sí, cómo no va a ser mejor estar bien que no estarlo.  Pero ¿no estamos yendo demasiado lejos? Estamos permitiendo como consumidores, y a veces no somos conscientes de ello, al igual que con los políticos, la mercantilización de nuestras emociones y derechos, la privación de vivir tranquilamente cada parte de la vida con "normalidad". Hay niños que ya se sienten adultos, niñas que actúan como mayores, o son "sexualizadas", o mayores que no quieren envejecer. Punto aparte merecería la explotación de la condición femenina en la publicidad y el mercadeo con su exacerbada oferta.  No se viven algunos momentos porque la tecnología o el mercado los aplazan, o se fuerzan otros por lo mismo o porque no queda bien estar desactualizado.  En ocasiones nos dejamos "comprar" por poco o nada. Y hasta nos dejamos poner la fecha de caducidad como seres humanos, de consumo preferente, de producto perecedero o de tirar.  Somos lo que hacemos, lo que dejamos que hagan con nosotros.

Naturalmente existe el desgaste, el agotamiento de algunas prestaciones y funciones; hay muchos asuntos susceptibles de cambio, de transformación, en las cosas y en las personas, y no por inutilidad. Incluso, casi todo se puede reciclar. La vida, las relaciones, la manera de pensar. Todo caduca o se transforma, desde la exhuberancia de la flor, los días nublados, las noches largas, hasta la ropa de lunares, los pantalones pitillo, los escotes en V, el dolor, los bañadores de dos piezas, los eclipses, el aroma de un jardín, los televisores sin dimensión, los teléfonos inteligentes, la comida basura....  La cuestión está en que aunque subjetivamente pensemos que todavía hay tiempo, o no lo hay, algunas experiencias dejan de tener sustancia, se pierde la magia o esta se nos va de las manos o del corazón -ahora no sé si la magia está en el corazón o en el cerebro-. Ah, y ni nos dejan intuir porque todo está previamente planeado. Y por eso están los plazos, las fechas de consumo, lo "in" y lo "out", las caducidades.

Hay que diferenciar las caducidades y no dejarnos confundir. En el caso de lo artificial, por ejemplo la tecnología, interesa que esta sea imposible de ser nueva.  Los objetos tienen que caducar lo más rápido posible para así caducar nosotros con ellos y de ahí participar eficazmente del círculo vicioso que todo lo provee y soluciona. Otro asunto muy diferente son las caducidades necesarias y naturales por el hecho de existir, las  que nos alertan, nos preparan, nos anuncian cambios, para las cuales debemos tener conciencia plena y vivirlas lo mejor posible. La ciencia y la tecnología nos ayudan a entenderlas y llevarlas mejor; no hay duda de que vivimos más porque ha mejorado precisamente el conocimiento y los instrumentos para afrontarlas, por ejemplo, comprendemos más las enfermedades y sus tratamientos, tenemos algunas comodidades que nos ayudan a tener una cotidianidad más sencilla, más servicios y bienestar, tenemos más derechos pero cada vez necesitamos más cosas.

Las caducidades creadas y manipuladas por el mercado marcan artificialmente el comienzo o el fin de algo, están por ahí atormentándonos y las aprobamos. Parece que los aparatos son dizque los inteligentes y las personas nos estamos dejando convertir en máquinas, en seres ignorantes y manipulables. Estas fechas, llamadas navidad, han pasado también, tiempo ah, a manos del mercado. Expuestos constantemente, ávidos de novedad, llenos de listas de cosas y "regalos" innecesarios, nos dejamos seducir sin cuestionar, nos dejamos llevar del "espíritu ese", mercantil, antinatural.  Me replanteo esta dinámica.

Quiero mi navidad de la infancia, mi magia del campo sin artificios, mi nieve de algodón y mi libertad para no necesitar tantas cosas. No me quiero dejar comprar ni caducar. La vida a fin de cuentas es el objeto más preciado y habríamos de vivirla con ligereza. 

Y a quienes envío este pensar, os deseo en esta fechas consumo cuidado, el regalo de estimarnos y querernos y que nos quieran, una lista de deseos hechos por vosotros mismos o por manos amorosas y libres; os deseo menos para que haya más espacio para vivir mejor. Que quieran poco y lo poco que quieran los haga muy felices. No tiene precio. No tiene caducidad. Y de remate, os envío un abrazo y esta canasta de escaramujos. ¡FELIZ NAVIDAD, FELIZ 2016!


viernes, 18 de diciembre de 2015

SILENCIO VIRTUAL



DIARIO DEL VERANO Y DEL OTOÑO 2015
Escrito el 18 de diciembre de 2015


Un blog es un diario personal en la red; sin embargo, escribo cuando me sale; lo hago cuando quiero guardar mis pensamientos en lo que llaman la nube que, por insegura que sea, tiene más poder que cualquier armario de documentos o carpeta de papel. La verdad, es que me parece cómodo, sobre todo por esto, por poder dejar mis pensares y releerlos en cualquier momento. Espero disfrutarlos en la vejez y verme allí cómo pensaba años antes, espero, muuuchoooooss. La vida es tan intensa que para escribir un diario, de papel o este, no alcanzaría el tiempo. Me guardo ahora lo escrito desde aquella plegaria suicida y lo pongo aquí, para romper el silencio virtual. Es claro que escribo para mí, ni sé quién me lee ni me hago propaganda.    

13 de julio
Cuando era niña, oía decir que el agua sería más preciada que el petróleo y me parecía raro. Ahora es un hecho. Al final cotizarán nuestra respiración.
LOS MAGNATES SE APODERAN DEL AGUA
Informe de la revista digital Conexión México cuenta cuál es el precio que está pagando una sociedad indiferente. Multimillonarios y los grandes bancos de Wall Street, están comprando agua por todo el mundo a un ritmo sin precedentes. Tendencia que preocupa.
A medida que aumentan las noticias por poblaciones que se están muriendo de sed, también crece la preocupación por otro fenómeno: grandes conglomerados bancarios como Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Citigroup, UBS, Deutsche Bank, Credit Suisse, Macquarie Bank, Barclays Bank, Blackstone Group, Allianz y HSBC, entre otros, consolidan su control sobre el agua del planeta.
El objetivo es obtener el derecho de aprovechar las aguas subterráneas, los acuíferos y los ríos, la tierra que contiene grandes extensiones de agua (lagos, lagunas y manantiales naturales en la superficie o en las aguas subterráneas), proyectos de desalinización, de purificación y tecnologías de tratamiento, empresas de servicios públicos de saneamiento del agua, mantenimiento y construcción de la infraestructura de suministro, servicios de ingeniería del agua y el sector de agua al por menor, como los que participan en la producción y las ventas de agua embotellada. (Informe completo en revista digital México)

30 de julio 
A LA COMUNIDAD AFECTIVA DEL TROPIC 
V ANIVERSARIO de nuestra existencia en el Valle de Boí. Estamos felices de compartirlo con quienes han aceptado una sencilla propuesta de alimentación diferente, desde lo femenino natural, desde el corazón de los Pirineos. Este proyecto de mujer, por sobre todo, ha dejado riqueza interior y la reafirmación de que todos tenemos una historia para contar que de alguna manera lanzamos al mundo exterior y solo así se construye. Pudo haber sido de otra manera, quedarme en el silencio eterno que conlleva el largo invierno de estas montañas para seres tropicales, pero corrí el riesgo, preferí equivocarme para aprender. Sí, todo riesgo implica cambios o quizá lo contrario, pero ha valido la pena. Desde no vender bebidas colas, las cuales no consideramos alimento, sustituyéndolas por alternativas como la aguapanela con limón con la que me criaron en un lejano pueblo de los Andes colombianos; proponer una gama de productos ecológicos producidos lo mas cerca posible, hacer nuestra masa de maíz, molerla a la manera tradicional del campo en Colombia y presentar la imperfección del alimento artesano; promover el uso de la stevia para reemplazar los edulcorantes tóxicos; hacer las cosas de la manera más natural posible, hasta esos modestos platos que la mayoría de la gente llama "cosas raras" cuyo ingrediente esencial ha sido un corazón imaginando un mundo mejor. Mis días no han pasado en vano. Hoy soy menos incompleta, con una segunda residencia en este lugar del mundo que me habita como mujer sin miedo, feliz de la vida. Envío mi abrazo de afecto y mi agradecimiento a los amigos del Tropic, a quienes espero ver en este día especial.

25 de septiembre

1o. de octubre
Otro verano que se fue, otro ciclo vivido. Me vuelvo a recoger, agradeciendo a visitantes amigos y nuevos, la oportunidad de mostrar algo diferente en medio de la belleza del románico del Valle de Boí. Soy todas las mujeres incompletas pero felices con cada paso andado y cada proyecto esperado. Espero volver a vernos el próximo año en el Tropic, suma de raíces, culturas y afectos. ¡Gracias a mi vida!

10 de noviembre
LECTURAS PARA COSER
Club de Lectura para Mujeres
El Tropic fue imaginado cumpliendo siempre un objetivo, ser un lugar para expresar, no solo a través del alimento. La vida de los espacios no siempre coincide con la de las estaciones, ni con la de las personas que les dan cabida. Después deL verano se queda hibernando antes de tiempo y este año sentí que el vacío no era coherente con lo pensado. Me parece que los indígenas dicen que si los espacios se quedan vacíos, los malos espíritus se apoderan de ellos. Así que para estar vivo, a partir de este jueves 12 de noviembre, invitamos a las personas que quieran hacer un costurero de lecturas, aprovechando que tenemos máquinas de coser y otra utilería femenina, proporcionada por la botiga "La vida es bella". De pronto podemos confeccionar un dechado de virtudes.
Días jueves
Hora: 6.00 p.m.



14 de noviembre
“A SANGRE FRÍA”
Sí, horrible lo que ha pasado; triste, muy triste por las víctimas, por sus familias, por París, por la humanidad. No se puede justificar la masacre, de ninguna manera. Pero, me pregunto, confirmando que la palabra TERRORISMO es unánime en los medios de comunicación y en el lenguaje de políticos y analistas, ¿por qué nunca aparece la lista de quienes fabrican las armas, los señores de la guerra que ahora mismo están en sus mansiones, yates o qué se yo, quienes alimentan los conflictos en el mundo, dueños de la vida de los más vulnerables? Quiero ver el listado de las empresas, bancos y multinacionales que se lucran del miedo y el odio, las cifras de las ganancias por cuenta del negocio armamentista. Cuando suceden hechos similares, se genera una especie de orgía informativa que, como en la vida cotidiana, nos aleja de las verdaderas causas de los atentados. Y, tomando la expresión de Hollande hoy, ¿podríamos, podrían los poderosos reflexionar a “sangre fría” sobre su responsabilidad histórica en lo sucedido?

15 de noviembre

La bandera de Francia en el perfil de la gente en facebook
Aunque válido, claro, cada cual lo toma o lo deja, es la expresión de la automatización de los hechos o, quizá sería lo mismo, del utilitarismo de los sentimientos; como dice alguien, es como la cinta rosa y otras, especie de solidaridad de maquillaje temporal que nos impide ver la raíz de todo y no cambia nada. Después vendrá otra bandera, otro símbolo y un hecho reemplaza al siguiente, pasamos de una bandera (roja y ala) a otra. No quiero banderas ni fronteras.

18 de noviembre
Y la vida sigue....
Mientras París trata de volver a la "normalidad", el dolor se va haciendo rutina y los gobernantes responden con el ojo por ojo; aunque haya tantas preguntas sin respuesta y España haya vendido más de 720 millones en armas a Arabia Saudí, Catar y Kuwait en los últimos tres años y la bolsa rebose hoy por el alza de la cotización de la industria armamentista, no queda otra más que seguir viviendo lo de uno, a pesar de la impotencia. Y resulta que, haciendo mermelada, me salió este emoticono de manzana que le ofrezco gratis al facebook, en honor a mi gente que me enseña tanto en este mundo ni tan virtual.