domingo, 4 de junio de 2017

VIAJE A LO INIMAGINADO

EL AMAZONAS: NO VOLVERÁS IGUAL
Reflexión de una viajera en el camino de la consciencia

Como colombiana con raíces campesinas, residente urbana la mayor parte de mi vida y con aspiración de ser ciudadana del mundo, aparte de los tópicos que nos caracterizan en el exterior, como el café, los ciclistas, las esmeraldas y las malas noticias, Colombia es inagotable en paisajes por descubrir y despertar la capacidad de asombro.

Quizá el mayor reto como dueños de un entorno sin igual,  es valorar primero a nuestro país con su maravillosa diversidad. El viaje es la oportunidad de mirarnos en lo desconocido, de aceptar nuestra vulnerabilidad, desprovistos de prejuicios y estereotipos; dejar fluir los sentidos y disfrutar de la magia que habita en cualquier lugar.  Puede que con los viajes, te encuentres a ti mismo.
De todos los colores

Existen diferentes viajeros y formas de viajar. Según la OMT, todos son visitantes que pueden ser turistas o excursionistas, vengan del interior o exterior, pero a mí me gusta más la palabra viajero. Los colombianos en general vamos a los mismos lugares y eso es casi un “pecado mortal” teniendo en cuenta el amplio abanico de posibilidades de un país con dos océanos, tres montañas que rematan la gran Cordillera de los Andes, pisos térmicos desde el cálido hasta el páramo, valles, llanos, desiertos y hasta glaciares; el 50% de nuestro territorio hace parte de uno de los más bellos ecosistemas del mundo: la Región Amazónica. Colombia es para todo tipo de viajeros.

Sin frontera: Brasil y Colombia
Y El Amazonas colombiano también, con su capital Leticia, esa región que desde la escuela nos enseñan en el mapa, difícil de olvidar porque se ubica en el sur del sur, en esa geometría territorial donde  viaje y destino son sinónimos. Nunca será lo que te imaginas, nunca saldrás como llegaste. Y querrás volver. 
Frutas sin iguales


Como viajera busco descanso, desconexión, placer, naturalmente, como todos. Incluso busco el lujo. Sin embargo estas intenciones las miro no tanto desde las comodidades materiales, por supuesto necesarias pero no determinantes, sino desde una perspectiva interior. Mirar en silencio el río Amazonas en un atardecer o amanecer, recorrer su cauce viendo la naturaleza majestuosa es un placer para el alma; sentir el sol y el aire húmedo que te limpia por dentro y por fuera, caminar por calles aún de pueblo pero con ambiente de ciudad sin rejas en los almacenes y casas en Leticia es un lujo. Descubrir olores, sabores nuevos, frutas y árboles poco comunes, escuchar los sonidos de la tierra y sus seres vivos, un regalo para los sentidos. Hallar un lugar donde el descanso es la esencia y constatar que la vida es maravillosa siempre y sorprendente cuando viajas, es un valioso acierto. 

El Amazonas lo da todo. Lo material y lo espiritual. Verde, agua, calor, remedios naturales, almacenes urbanos; el mercado artesanal de peces exóticos y productos locales; sol, lluvia, el encanto de la selva tropical que te envuelve. ¡Victoria Regia!

Cada ruta te rebela el hechizo de un lugar habitado por comunidades indígenas que con sus saberes ancestrales, sus propias lenguas y cultura, son una de las mayores riquezas de nuestro territorio. Puede saltar un delfín rosado y hacerte partícipe del realismo maravilloso de la naturaleza. Amazonas es mestizaje, convivencia intercultural, fronteras abiertas de Brasil, Perú y Colombia que se abren como el mismo río para darte lo mejor o lo que te falta y comprender el significado del abrazo de la serpiente.
Gusano mojojoy para el desayuno
¡Qué atardecer!


Si te encuentras con una agencia local que cumple lo que promete, te orienta y acompaña y un hotel en el cual todo está conectado con el entorno, donde la modernidad está en armonía con las raíces, el trato que te dan es tan grato que no te quieres ir y donde logras el descanso merecido después de largas caminatas por la selva o travesía por el río, qué más se puede pedir.

Al final del viaje, mi sentimiento fue el de confirmar que la humanidad está hermanada a donde quiera que vas. Que si hemos perdido el rumbo es porque nos hemos olvidado del origen, de la naturaleza, de lo grande y sabia que es, de nuestra responsabilidad cotidiana cuando compramos, nos alimentamos y nos relacionamos. Pero también de cómo y a dónde viajamos.  Lo digo a consciencia, es decir, desde el corazón. Gracias inolvidable Amazonas. Volveré.

Agradecimientos: Agencia de Viajes Génesis Medellín
                               Hotel WAIRA - Leticia
                               Agencia de Viajes Amatur - Leticia



jueves, 4 de mayo de 2017

VOLVER...


El 2016 parecía largo, a veces difícil, sorpresivo, asombroso también, pero se fue. Hay teorías sobre los años, los meses, los días, los números, en fin; válidas o no, hay fechas trascendentes y otras insulsas, de todas, de todo, algo se aprende. Mi espíritu resiliente se queda con lo mejor, con ese aprendizaje que hay tras de toda experiencia. Los años no son buenos ni malos, puede que tengan sus rasgos astrológicos pero lo importante es lo que nos dejan. Mi gratitud por la vida solo me permite seguir hacia adelante de una ruta elegida a consciencia y que da sentido a mis días. Y en ella está el Tropic, proyecto en el cual sale un poco de mí cada año. Se va y vuelve como yo, se transforma, se adapta, se solaza y continúa aprendiendo. Hace siete veranos emprendí el riesgo de recrear un espacio donde con ires y venires, he sido yo, pero no sola. Y me decía si era necesario tener esta página que a veces se desconecta, como yo. Volver es confirmar que hay gente a quien te alegra ver aunque solo sea en fotos; volver es sentir que el aprendizaje es infinito. Volver es acordarse de la gente que ha pasado por la Vall de Boi, por Barruera mi segunda patria y se ha quedado para siempre con alguna anécdota o una bella emoción. Volver es parte de la vida. El gusto de este volver es una comunidad afectiva que me anima para continuar en el camino de mi consciencia. Un abrazo cálido

Medellín, a donde siempre vuelvo


Abrazo de mi naturaleza

viernes, 20 de enero de 2017

AUTOPROMESAS

Me gusta que pase la euforia ambiental de los últimos días del año viejo y de los primeros del nuevo, para pensar en las promesas. La palabra promesa según el D.R.A.E. es polisémica, así que elijo el significado más parecido a la actitud que la mayoría de las personas nos hacemos con frecuencia en la vida: "Expresión de la voluntad de dar a alguien o hacer por él algo". Para algunas es imperativo el sentido religioso, pero en mi caso, lo utilizo en el sentido más sencillo y menos dependiente de lo que otros o algo, puedan influir en mi acto. En el camino de la consciencia como mujer voy descubriendo que mientras más acotada sea una acción o expresión, más concreta y pacífica es su ejecución. Aquí van mis promesas o mi expresión de voluntad de darme o hacer algo por mí, naturalmente desprovistas de cualquier sentido jurídico que me someta contractual o legalmente a su cumplimiento. El significado de "augurio, indicio o señal que hace esperar algún bien" me gusta y por tanto lo adjunto.  Autopromesa de por sí impone lo más importante, que yo pueda o quiera promesar, según el diccionario, término que contiene algo de piadoso, necesario por mi parte pues implica compasión, benignidad y devoción. El orden es aleatorio. Todas las promesas son susceptibles de flexibilidad horaria, soledad o acompañamiento.

ME PROMETO:
PROMESA GENERAL Y BÁSICA: todas las acciones las haré con ilusión y la motivación del amor y la consciencia.
1. No repetir ni que me repitan, (salvo repeticiones estrictamente necesarias) lo que yo sé que me compete y sé que les compete a quienes conviven conmigo. 
2.  Ser resiliente.
3.  No compadecerme de mí por banalidades.
4.  No juzgarme ni juzgar a los demás. 
5. Hacer yoga en cada una de mis actividades. Si yoga es la práctica ascética que proporciona éxtasis, contemplación y estar quedo para conseguir mayor control físico y mental, aplicarlo en las actividades cotidianas. 
6.  Leer los libros empezados y tratar de no comprar sino compartir los queridos.
7.  No esperar ni querer controlar lo que no depende de mí.
8.  Comer lo más natural posible para alimentarme y sanarme.
9.  No dar ni recibir regalos que no sean de corazón.
10. Aprender palabras nuevas que me sirvan para mi vida.
11. No pedir amor, sino darlo sin pensar en si se me devuelve o no.
12. Hacer un favor a alguien, mínimo una vez al mes. 
13. No hacer proyectos, excepto a corto plazo.
14. Hacerme mi ritual de limpieza de mi cuerpo una vez a la semana.
15. No guardar cosas inútiles.
16. No comprar productos hechos por esclavos ni de maquilas; que sean locales y de proximidad lo máximo posible.
17. Comprar prioritariamente a las mujeres y pequeños negocios.
18. Comprar para reemplazar o por ser una cosa necesaria.
18. Hacer ejercicio físico trabajando cada una de las partes de mi cuerpo que requiera de mi intervención. 
19. Llamar y buscar a mis amigos y agradecer a las personas queridas, aunque ellos no me busquen.
20.  Vivir feliz el presente.

Amén.

jueves, 19 de enero de 2017


VIVIENDO MI VIDA, un libro, una consciencia. Mi vida en resumen como mujer colombiana en el exterior, haciendo memoria de lo que elijo.

Apuntes del 2016

La imagen puede contener: texto
DICIEMBRE
MIS MEJORES DESEOS

Para quienes les gusta la navidad y los que no. Para quienes la celebran y los que no. Para quienes están solos, acompañados o se tienen a sí mismos. Para quienes se van y los que se quedan. Para quienes compran y los que les da lo mismo no regalar ni que les regalen. Para quienes pasan estas fechas esperando algo mejor y los que han perdido la esperanza. Para quienes todo lo tienen y para quienes menos es más. Para las familias de uno o varios miembros. Para las mujeres que se están conquistando y descolonizando y para las que no. Para el mundo, un mañana sin injusticias. Para los que les gusta o no les gusta la magia. Para todas y todos, lean o no este mensaje, gracias por haber compartido un momento Tropic.

Un cálido abrazo desde el Valle de Boí

SEPTIEMBRE
TROPIC 2016: GRACIAS A LAS MUJERES

Otro verano cumplido, otras experiencias y recuerdos, aunque la vida a veces nos llame la atención de una u otra manera, siempre dejándonos lecciones. Gracias por estos siete ciclos y seis años de recorrido en el hermoso Valle de Boi, en Barruera. Fiestas mayores, Buff Epic Trail, visitantes de tantos lugares del mundo, otros más cercanos. Gracias a todos por darme la oportunidad de confirmar el sentido de un espacio como el Tropic, como yo misma, limitado y sencillo. Gracias a las personas que nos han apoyado por sorpresa o por certeza en este proyecto sentido y hecho con corazón de mujer y disculpas a quienes no pudimos atender debidamente. Gracias especiales a algunas mujeres -ellas siguen ahí conmigo -que me ayudaron con sus palabras y gestos en álgidos momentos que nos dejó este verano intenso, no solo por el calor y la mayor concurrencia de visitantes que recuerdo en estos años de experiencia, sino por echarme una mano en cuestiones personales que me demandaron serenidad y atención plena. Con razón este año el Tropic empezó a llamarse Tropic Woman. Ellas, las presentes, estuvieron todo el tiempo dando forma a mi homenaje personal y a mi convicción de tener poder sobre mí misma. Y muchas ausentes, con su amistad. Otras, con sus libros y sus historias, expuestas para visibilizarnos todas en igualdad, desde Mary Wollstonecraft y Virginia Woolf, Mary Shelley, pasando por Alice Munroe y las desobedientes de América Latina, con mi entrañable “tejedora de coronas”, ya raída de tanto prestarla. Desde Simone de Beauvoir y Anna Frank, Clarissa Pinkola y Jean Shinoda, llegando a mi entrañable heroína Emma Goldman que “viviendo su vida”, me ha ayudado a vivir la mía. Desde Teresa Forcades, Silvia Federici, Doris Lessing, hasta Mariana Font que me regaló su libro “La memoria es un sitio solitario”. Entre otras. Tantas mujeres que dan esperanza a una humanidad necesitada de la solidaridad entre nosotras mismas. Gracias a la vida, aunque parezca redundante. Gracias mujeres de mi vida.

JULIO
TROPIC O LA FILOSOFÍA DE LO PEQUEÑO
El pasado fin de semana tuvimos en Barruera el evento Epic Trail 2016, acontecimiento sin duda importante e inédito, desde mi punto de vista como habitante durante nueve años en el pueblo y en la zona. También un impacto para la hostelería y la restauración. Para el Tropic ha sido un punto de inflexión y de reflexión sobre el sentido que le damos a nuestro proyecto de alimentación natural desde hace seis años. Son inobjetables las ventajas de estas competencias y evidentes sus efectos en la economía local. Estoy agradecida por poder trabajar y recibir a visitantes de fuera de nuestro territorio, por sumar a este proceso de aprendizaje en una actividad en la que siempre me sentiré principiante. Me alegra ver a mucha gente que viene a conocer este territorio del Pirineo catalán y disfruta de la oferta de bienes y servicios del valle. Después del tsunami de gente que requirió excepcionales medidas para afrontar su atención, el Tropic, valorando la importancia del evento, confirma sin embargo que su filosofía y principios no son compatibles con el comercio masivo. Hemos notado que se pierde la relación cara a cara con la persona y con ello, salimos a un mercado de un producto rápido y uniforme, imposible de personalizar, de producir de la forma lenta y sentida como nos gusta manipular el alimento y tratar al comensal. Y hemos cometido errores. El alimento artesano siempre es imperfecto, desigual y temporal; sale a su tiempo, va desgranando sus cualidades desde que nace hasta que se procesa por el organismo. Requiere mimo e inspiración, cuidado y amor. La prisa hace perder la magia del alimento natural y su conexión con las personas que lo comparten. Y hay que pagarlo, un alimento como ser vivo, si no es bien tratado, no da su mejor resultado. Por esto, el Tropic seguirá apostando por la comida fresca, personalizada y hecha con amor, sea para uno o para varias personas. Y en eventos excepcionales como el Epic Trail, tratará de hacerlo lo mejor posible, sin abandonar nuestros principios. Siempre se aprende, es lo mínimo de vivir y poder contarlo.


JUNIO
LA PAZ EN COLOMBIA ABRE EL TROPIC ESTE VERANO
Ya casi abrimos de nuevo con una gran noticia: el gobierno colombiano y las FARC acuerdan cese indefinido del fuego.
Abrazo a los colombianos, a todos, incluso a quienes aún no aceptan el acuerdo, como punto de llegada y de salida hacia una paz definitiva. Abrazo a mis montañas, a mis ríos, a nuestros campesinos, soldados, a nuestras mujeres, a los ancianos; a los niños para que no repitan la historia que nos tocó vivir a la generación de la guerra. Abrazo a mi pueblo, mis cafetales y campos que ahora sentirán menos balas y más esperanza. Abrazo esta nueva historia que nos toca escribir a todos quienes queremos un país mejor; a los intelectuales; a los gobernantes y servidores públicos, a los ciudadanos todos. Abrazo a quienes se fueron y no volvieron y a quienes no están, por causa de la guerra. Lanzo un grito de algarabía a mi país desde la distancia, una voz que quiere participar en una nueva narrativa de reconciliación desde cada uno de nuestros espacios cotidianos.No hay vuelta atrás.

Ah, y abrazo a esta Vall de Boi, a todos sus habitantes y pasajeros, celebrando con mi corazón desde lejos.


Abril
LÍOS DE GÉNERO
El otro día vino mi amiga María y le presenté a Darwin Emperador, mi tortuguín. Me dijo que no era un macho sino una hembra, concretamente porque estas tienen la parte de debajo plana, a diferencia del otro que tiene una hendidura que les permite copular acoplándose a ella. Resulta que todo cambió y no ha sido fácil ahora llamarla en femenino (lo digo por el cambio de vocal). Se llamaría Darwina Emperadora o Emperatriz. El cambio me representa una dificultad, me cuesta llamarla automáticamente por este nuevo nombre, pero el caso es que me pregunto ¿si esto es así con una persona animal, qué tal con una persona humana? Y no sólo involucra la cuestión de género. También pienso en tantos prejuicios e ignorancias que tenemos. Cómo deconstruirlos, cómo descategorizar el lenguaje, las denominaciones que hacemos a los demás, a nosotros mismos. La verdad es que a nivel neuronal me toca cambiar el chip, crear una nueva conexión y abrir la mente para comprender la vida con mayor consciencia. Se reciben agradecidas recomendaciones.

MARZO
TROPIC TAMBIÉN ES COLOMBIA
Esta página promueve, entre otros temas, la visibilidad de un país, un lugar del que me fui pero nunca he abandonado. El año pasado me otorgaron la nacionalidad española; es decir, además del corazón partido, tengo el permiso oficial en dos pasaportes para seguir conociéndolos, viviéndolos, queriéndolos y echarlos de menos, como a Catalunya, mi casa desde hace nueve años. En sus montañas, un hermoso pueblo llamado Barruera, inventé un trópico que funciona en verano, desde el cual me interesa proyectar buenas señales sobre Colombia, que este año espera ganarle a la guerra y así dejar ver más su belleza. ¡Quedan invitados
http://www.rcnradio.com/internacional/pais-espana-destaca-los-21-pueblos-mas-bonitos-colombia/