jueves, 5 de enero de 2012

TODOS LOS MUERTOS TIENEN UN DOLIENTE

Hay un dicho que reza, al menos en mucha parte de occidente, "no hay muerto malo ni novia fea".  Me pregunto de dónde salió este aforismo y por intuición o por costumbre considero que quizá se deba a que cuando muere alguien conocido, queremos compensar en parte actitudes que no nos fueron gratas con ellos o quizá para compadecernos nosotros mismos y esperar a que digan esta frase cuando nos toque ese fin.  No pretendo defender o juzgar a los personajes entre buenos y malos, distinción que me molesta mucho porque divide a las personas y las tipifica inflexiblemente.  Pensándolo bien, esto en parte es falso pues hay muertos que parecen buenos para unos y malos para otros o digámoslo así, todo muerto tiene su defensor.  Y por supuesto, lo de las novias tiene su matiz también. Lo que sí es indudable es que todo muerto tiene sus dolientes y toda novia sus admiradores.  Pero pensemos sólo en los muertos. Hay muertes convenientes o que dan un "fresco" como se dice en mi querida Colombia.  Hay otras con alevosía y premeditación, muertes elegidas.  Las hay de todo tipo, sin previo aviso (como la de mi padre y por ello, creo, más dolorosas), advertidas, pensadas, en fin.  No podemos negarlo, muchas, al menos  a mí, me dan una rabia inmensa, como la muerte de tantos niños por hambre con suficiente alimento y sabiendo que se tira la comida en los países desarrollados; me lastima la de las víctimas de todo tipo de violencias, desde la China, pasando por México, por la insalubridad, pero más del alma, de las multinacionales en la India, Tailandia, Pakistán y muchos otros países.  Me enfada la muerte aún como sanción penal a estas horas de las modernidades.  Me hastía la muerte de los inocentes entre dos o más bandos en las guerras, siempre insensatas, que a veces dejan cadáveres en los caminos y en los ríos de un hermoso país llamado Colombia. Pero hay como una especie de muertes "objetivas", estoy tratando de precisar ese sentimiento, aquí tengo que ser bipolar, de muertes, o mejor, muertos, que causan dos ánimos contrapuestos: el de la alegría y la conveniencia y el de la tristeza.  Muertes de doble o más morales, religiosas, políticas y civiles.  Pero en todas, así haya una mayoría en un lado, en todas las muertes hay alguien que llora a quien se ha ido.  En algún lugar de Afganistán o qué sé yo, alguien llorará a Bin Laden o a Gadafi, por mucho que no queramos admitirlo; una madre llorará inconsolada la muerte de su hijo guerrilllero, delincuente y gente de esta "calaña".  Hasta el más atroz de los seres, los de "A sangre fría" y todos los demás de las crónicas judiciales, tendrán quien llore o lamente su muerte.  Estas muertes son aparentemente hechos rápidos y necesarios.  Otras muertes seguirán dando que hablar, incluso, aumentarán las arcas de sus herederos o de sus instituciones.  Seguirán las colas para llorar a Jim Morrison, a Oscar Wilde, a Edith Piaff o a Chopin en el Pere Lachaise de París.  Y no pocos seguirán venerando a la rubia eterna, a Freddie Mercury, a Lennon y a tantos después de que sus cenizas ya ni siquiera son polvo de estrellas, o quizá si. 

Por mi parte, ahora quiero evocar unas muertes que representan otros aspectos de esta sociedad, como la de Isabelle Caro, dolorosa como el marketing de la belleza superficial que la produce. Hay otras que nos dejan un tanto huérfanos o con las que muere un poco la humanidad o una parte que tiene como referencia las opiniones del difunto, son sobre todo las literarias, las de sabios y grandes mujeres y hombres. Me acuerdo ahora que es año nuevo, tiempo de recomenzar, de mirar atrás, de dejar de fumar, de dietas y objetivos, de personas que me han entristecido, como las muertes físicas de Celia Cruz, Mercedes Sosa, Facundo Cabral, Gonzalo Rojas, María Elena Walsh, Jorge Semprún, de Ernesto Sábato, Václav Havel, y seguro me faltan muchoooossss.  Pero lo que me importa decir es que esas muertes no implican un fin, son una confirmación de la vida, una motivación para seguir adelante, para vivir el presente como lo único urgente.  O cómo no, cuando recordamos, y ahora canto...cantemos
"Todo aquel que piense que la vida es cruel,
tiene que saber que no es asi,
que la vida es una hermosura, hay que vivirla.
Todo aquel que piense que está solo y que está mal,
tiene que saber que no es asi,
que en la vida no hay nadie solo, siempre hay alguien". 
O cuando da "gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abedecedario
Con él las palabras que pienso y declaro
Madre amigo hermano y luz alumbrando,
La ruta del alma del que estoy amando" 
Y está viva también Violeta Parra. 
Y cuando sentimos "  No soy de aquí, ni soy de allá no tengo edad, ni porvenir 
y ser feliz es mi color de identidad ..." de Facundo Cabral
Y si seguimos ... Nos queda el nosotros, el yo, nuestras propias muertes, nuestro presente
 y ojalá, como dice Eduard Punset, recordemos que hay vida antes de la muerte. 
 FELIZ AÑO 2012 CON LOS MÁS BELLOS AMANECERES 
QUE SÓLO TIENEN SENTIDO POR LA MUERTE DE LA OSCURIDAD 
Ana Is.

No hay comentarios:

Publicar un comentario